martes, 12 de abril de 2011

placeres anales


Mi nombre es Carla, y soy una mujer normal. Sí, normal. De esas que vez cada dos por tres en la calle, el metro, en tu trabajo. Podría ser tu amiga o tu hermana. Ahora mismo podría estar sentada a tu lado en el tren, y apuesto que no notarias que mientras finjo leer un libro, tengo un consolador de goma encajado en el culo. Eso lo suelo hacer muy a menudo. Lubrico bien mi culo, tomo un plug anal de los muchos que tengo y lo meto en mi ano. A veces tengo que masturbarme un par de veces antes de vestirme y salir a la calle. Es una experiencia genial.

Ahora mismo acabo de llegar, fui al centro de la ciudad a caminar un rato. Me senté en un banco y vi pasar a la gente, pensando que también alguno de ellos podría estar ocultando secretos tan perversos como los míos.

De vuelta pasé por una frutería. Me tomé mi tiempo para elegir los productos que me dispongo a usar ahora, hoy me apetecían berenjenas. Tomé varias de diferentes tamaños, también cogí una docena de naranjas, que nunca están de más. Tendré una tarde movidita, pero no se preocupen, cuando termine mis labores anales, les contaré todo con lujo de detalle.

Besos, Carla.

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